INFORMACIÓN DEL BLOG

El blog es de tematica YAOI, YURI y SHOJO, osea de escritos de parejas homosexuales y heteroxesuales como con contenido sexual. Así que si no te agrada esto, cierra la página y se respetuoso. Yo no te falto el respeto y tu menos deberías hacerlo. Fue hecho con la intensión de lograr publicar mis escritos, en caso que en otra página que me encuentro tenga problemas con el servidor y no logre subirlos hasta un buen tiempo. También quiero recordar, que May-tsunade8 o Hudson soy yo, en caso que crean que se esta haciendo un plagio acá. Y cualquier duda, problema y sugerencia, explicar en los comentarios. Gracias por leer.

The Best

No era un juego, no era la diversión momentánea o el pasar de un momento y tener contacto con el cielo a través del clímax. Nada de algo que quizás otros pensaran sería el remordimiento del día siguiente y crear entre ellos una muralla de hielo, ya sea por la vergüenza, la inmadurez de sus actitudes o la poca personalidad de enfrentarse al otro; sencillamente porque entre la oscuridad de ese departamento, sus manos se conectaron en la piel del otro. De tal modo que el calor inundo sus mejillas, sus ojos resplandecieron intensamente en los ojos del otro con un sinfín de sentimientos encontrados, inundándose en el instinto que los llevo a buscar la boca del otro y encajar tan bien, que hasta los movimientos de sus labios entre beso y beso, seguían el ritmo acelerado de sus corazones.

El más bajo respiro hondo unos segundos antes de volver a besarlo, sonriendo arrogante como este le correspondía y con más frenesí, casi más hambriento de placer que él. Sus besos eran tan profundos y desesperados que pensaba bizarramente que terminaría sin boca y sólo un agujero quedaría en su rostro. Entreabrió los ojos para ver su expresión y un escalofrío más fuerte sintió recorrer su bajo vientre al ver esa mirada tan intimidadora, que después fueron reemplazadas por esas manos que rebuscaban bajo sus ropas y hacerlo suspirar entre besos.

-A-Akira… -Gimió entrecortadamente al sentir sus manos acariciar suavemente su columna vertebral, al mismo tiempo que lo mantenía abrazado por la cintura, y cortar el beso para verlo fijamente a la cara-. Esto…

-¿Te gusta? - Su voz sonó segura y grave, que al escucharlo había provocado algo en él y busco apegársele más al cuerpo, dándole a entender que las acciones que tenía con él le eran agradables -. ¿Quieres seguir?

-Sabes… -Chasqueo la lengua antes de seguir y sentir su ego por las nubes al ser el centro de atención del otro que, le seguía acariciando la espalda como su vientre y en el proceso desabotonar su camisa, aun sin despegar la mirada de la suya -. Odio tu sobreprotección, con todos, conmigo…

-Takano-- …

No lo dejo continuar y levanto el rostro, pasando su lengua maliciosamente por la oreja expuesta, provocando un gemido al otro.

-Tsk… odio cuando haces eso… -Mascullo el rubio sonrojado.

-Te odio, cuando lo único que quiero es que me tomes sin miedo -. Beso la mejilla a su lado y procedió a bajar sus manos, tocando su pecho expuesto, sacándole unos cuantos suspiros por la sensibilidad en que se encontraba el otro por las hormonas.

-Es que yo… -. Noto como sus cejas se fruncían como buscando las palabras adecuadas, como el “yo”… formo eco en la estancia y pensó que nunca se había sentido tan lleno, tan feliz, tan pleno y con tanto gozo, por el simple hecho de sentirse amado y… encontrado. Únicamente ser importante para el otro-. Para mí… esto, tú… no eres algo a lo que no pueda no darle importancia…

-Akira… -Le beso en los labios para que callase, pero pareció que esto dio un poder inverso en el nombrado.

-Yo he esperado mucho, tanto… que no tienes idea-. Le devolvió el beso y lo abrazo más hacia sí-. No quiero que me odies. Ya mucho me costó conquistarte…

Un relámpago de tormenta alumbro la estancia y vio perseverancia en aquellos ojos que parecían apresarlo con una fuerza hipnotizadora. Giro su rostro avergonzado hacia la ventana, avecinando una larga noche de lluvia, que más que eso, una larga noche de pasión alterando su corazón y el ya conocido corazón que escucha dentro de Akira. Giro de nueva cuenta hacia el mayor y sin reparo alguno, lo volvió a besar. No era que las palabras de Akira despertaran eso en él, porque ya mucho hacían sus acciones, sus miradas… todo aquello que noto con el tiempo, en que su corazón parecía saltar por el acierto de saber que por fin era importante para alguien con aquella energía que deseaba devolver y hacerle sentir las mismas emociones.

Sus labios se buscaban, se alejaban, volvían a unirse y sus respiraciones se mezclaban en algo tan adicto, que ni cuenta se dio cuando su cuerpo desnudo se encontraba bajo del mayor y lo besaba con tanta dedicación que gemía ante cada toque, hasta que su intimidad fue tragada por la gula del otro, provocando que soltara un sonoro y ronco gemido.

-¿Takanori estás bien?

-Si… -Respondió suavemente, mientras entreabría los ojos y miraba borrosamente al frente suyo.

- ¿Seguro? Parecías quejarte–. Volvió a escuchar su voz y frunció la mirada, aun desenfocada, viendo el rostro que se le acercaba. Notando extrañamente la incómoda posición de su cuerpo, como que algo faltaba abajo, pestañar confundido y percibir mejor su alrededor a cabo de unos segundos, -. ¿Seguro qué estás bien? -dando un salto por el escalofrío que provoco la mano del otro y descubrir donde estaba.

-Akira… -¿Acaso había sido un sueño o una pesadilla?... Su cara se ensombreció y miro al mayor frente suyo que respondió al nombrarlo.

-¿Si?

- Esto… yo, tú… ¡Tú tienes la culpa de todo esto!

-¡¿What`s?! –El mayor dio un paso hacia atrás al pensar que casi le golpea Ruki con la mano que lo apuntaba y por lo que le culpaba, de lo cual no tenía la menor idea. Pestaño confundido y vio como el menor se levantaba del sillón que había usado como cama en el momento que lo encontró, rodear su cuerpo lo más lejos posible al caminar a la puerta y darle una última mirada.

- ¡Lo que escuchas! ¡Maricón de mierda! –Y sin usar más palabras “ceremoniales” contra el rubio, se fue con las mejillas sonrojadas dando un portazo al cuarto en que estaban, escuchándose un sonido sordo en todo el edificio; a su vez que el mayor congelado por la actitud y las palabras usadas por Takanori, por fin hicieron reacción y lo molestaron a un nivel que su cara se ensombreció de coraje y vergüenza, sus nudillos se colorearon morados y su tensión era tal que al salir del cuarto, camino con pies de plomo para gritar sin tapujos y con fuerza , con la intensión que lo escuchase aun si estuviera al otro lado del mundo al abrir la puerta:

-¡¿A quién le vienes a decir maricón?! ¡Cuando el único que le encanta usar carteras de mujer eres tú, hijo de puta!

Si. Podían ser grandes amigos para dar todo el uno por el otro, preocuparse entre ellos como grandes hermanos y quizás hasta tener una confianza e intimidad lejos de pensar en compañerismo o amistad. Sin embargo eran tan orgullosos, vergonzosos y egocéntricos, que herirlos era un pecado mortal que ni siquiera se lo perdonarían a sus abuelitas.

Pero el amor los hacía tan idiotas, que después de las peleas, sonreían abiertamente al pensar que cada encontrada los acercaba más. Porque algo tenían claro; que por más rencillas tuvieran, siempre se podían volver a mirar a la cara y perdonarse sin palabras, sólo con miradas.

Y volviendo a la situación anterior, Takanori pensó que desde ahora era mala idea dormirse en lugares de trabajo y soñar cosas que no son… ¡Ja! ¡A él ni siquiera le gustaban los hombres!... ¿no?

Akira había sido solo una mala pesadilla, una “muy mala” pesadilla… ohh si.

El estrés le estaba afectado, si eso debía ser, ¿no?

FIN.

Resurrection

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